Historia moderna

Interior de la iglesia
Interior de la iglesia

La iglesia fue construida principios del siglo XVI, la edificación en principio era una nave con crucero en la que intervendrán Martín y Juan de Acha, la torre está construida sobre el 1570, realizada por Juan de Elorriaga y Juan de Baquelúa, se aprovecha su parte baja como pórtico con bóveda de crucería de tercelete, la sacristía parece obra del siglo XVII, en cuanto a las naves laterales son obra de mediados del siglo XX. El retablo mayor de arquitectura renacentista de hacia 1540, de gran valor escultórico, habiendo existido otro con anterioridad pintado al fresco con escenas del «lavatorio» y «la última cena» de finales del siglo XV o comienzos del XVI. Los retablos laterales son de estilo barroco con columnas de hojarasca de la primera mitad del siglo XVIII. Entre las imágenes destacan El Cristo del Amparo y el de la Columna ambos de mediados del siglo XVII, otras como la Virgen del Rosario de principios del siglo XVII, San Mateo, Santa Bárbara y Tobías de estilo rococó de la segunda mitad del siglo XVIII. La pila bautismal en forma de copa, decorada con cardinas y veneras es de comienzos del siglo XVI. El púlpito con imagen de San Miguel es barroco de comienzos del siglo XVIII.

Durante el siglo XVI se establecieron en Baños diversos maestros canteros que realizaron gran cantidad de obras en La Rioja, podemos citar a los hermanos Juan y Martín de Acha que lo hicieron hacía 1515-1518 se casaron y según ciertos documentos pleitearon con el concejo entre 1530-1535 por su hidalguía, se cree que intervinieron en la construcción de la iglesia. Juan de Baquelua se llamaba vecino de Baños no sabia firmar y su nombre lo escriben «Baqulua» «Huaquelua» «Huequel» y «Uquelua», desde antes de 1537 está trabajando en la Iglesia. Diego Ruiz pintor e imaginario, según documento del Archivo Catedralicio de la Redonda de fecha 15 de septiembre de 1538, fue vecino de Baños de Río Tobía pudiendo tener establecido durante años su taller en esta localidad, donde realizaría obras para retablos de distintos pueblos así como el de la iglesia de Baños, ya que aparecen documentos de la fábrica sobre cantidades de dinero a su nombre.

Foto del retablo mayor de la iglesia
Retablo mayor

El retablo mayor de la iglesia San Pelayo de estilo renacentista, posible obra de Diego Ruiz, hecha entre 1530 a 1540. Su composición iconográfica es la siguiente, en el sotobanco se representan los cuatro Padres de la Iglesia, Santa Apolonia, y otra santa mártir sin identificar; en el banco el apostolado dividido en cuatro paneles y un crucifijo en el centro; en el primer piso la Oración en el Huerto, Flagelación, Ecce-Homo y la Piedad a los lados de la imagen de San Pelayo; en el segundo y tercer piso a los lados de la Asunción y el Calvario, se describen pasajes de la vida de San Pelayo, en la parte superior escenas de la batalla de Valdejunquera, donde Ab-al-Rhaman III venció a los reyes Sancho Garcés I de Navarra y Ordoño II de León y tomó cautivo a Hermigio, obispo de Tuy y tío de Pelayo, los otros dos relieves representan la liberación del obispo que tuvo que dejar de rehén a Pelayo, en los relieves de la parte inferior Pelayo en presencia de Ab-al-Rhaman III, martirio del santo, el mártir descuartizado y arrojado al Guadalquivir; en el ático dos profetas en venera, dos ángeles y el Padre Eterno, todo el retablo coetáneo, excepto del Crucifijo del banco, manierista de hacia 1550.

El reloj de la torre aparece por primera vez documentado el año 1555, reinando en España Carlos I, en una partida de gastos del Ayuntamiento de ese año para su cuidado y manejo por la persona encargada del mismo.
La tarea de dar cuerda al reloj consistía, y consistió hasta mediados del siglo XX, según nuestro paisano Miguel González Garnica, en enrollar la soga o cuerda de uno de cuyos extremos colgaba un piedra. Una vez elevada la piedra, la fuerza de la gravedad arrastraba la piedra cuyo movimiento, controlado por la maquinaria del reloj, marcaba las horas.

Foto del exterior de la iglesia y de la maquinaria del reloj
Maquinaria del reloj

Muchos problemas debió dar, el funcionamiento y la maquinaria del reloj durante estos años, ya que aparecen, en el libro de cuentas del Ayuntamiento, sucesivos gastos de reparación y mantenimiento, por relojeros especialistas en el mismo, como se puede ver en las partidas de gastos de los años 1568, 1569, 1570 y 1592, por lo que el Ayuntamiento trató de solucionar el problema con un contrato, a un tal Pedro Francés, para que se haga cargo del mantenimiento del reloj, por una cantidad anual de 7 ducados. El Ayuntamiento continuó corriendo con los gastos de mantenimiento del reloj no sin que surgieran desacuerdos y disputas entre este y el obispado tal como ocurrió ya en el siglo XVII en el año 1633.

El reloj que hay en la actualidad fue fabricado por Viuda de Perea, una empresa de Miranda de Ebro de origen riojano (Hervias), como muchos otros que se ven en las iglesias de los pueblos de La Rioja, la mayoría datan de la primera mitad del siglo XX, eran colocados por los ayuntamientos en aquella época, ya que los mismos estaban obligados por ley a dar a las poblaciones el servicio público del toque de las horas, porque por aquellas fechas, solo las familias más pudientes o privilegiadas podían disponer de reloj particular, pero la inmensa mayoría no. En las ciudades, estos relojes se instalaban en el edificio del Ayuntamiento, colocando también campanas para los toques horarios, pero en las poblaciones pequeñas se colocaban en los campanarios de las iglesias para que fuese más visible y escuchado el tañido de las horas desde la lejanía por los trabajadores del campo y al mismo tiempo aprovechar las campanas de estos para los sonidos horarios.


Monje predicando a los indígenas

Baños también colaboró en la colonización de América, así de acuerdo con el «Catálogo de Pasajeros de Indias» los primeros paisanos que viajaron a este continente en el siglo XVI fueron:

  • Fray Domingo Salazar, personaje ilustre del pueblo, fue el primero en viajar al nuevo continente como misionero dominico el año 1555, desarrolló tareas de apostolado en Nueva España (México) y La Florida. Se alineó con la tesis de Bartolomé de Las Casas en defensa de los derechos indígenas.
  • Cristóbal González de Prada hijo de Cristóbal González y María de Prada. Embarca en octubre de 1563 hacia Guatemala.
  • Juana de Rosales de Altable, hija de Pedro de Rosales y Francisca de Altable. Embarca en marzo de 1582, hacía el Nuevo Reino de Granada (Colombia), acompañando a su esposo el Licenciado Alonso López de Salazar siendo una de las primeras riojanas que viajaron al nuevo continente.
  • Juan de Rosales de Altable hermano de Juana. Embarca en marzo de 1582 hacia el Nuevo Reino de Granada, como criado del licenciado Alonso López de Salazar, su cuñado.

Comentábamos en un apartado anterior que debido al apoyo de Iñigo Ortiz de Zuñiga en las trifulcas entre Castilla y Navarra en 1443, el Rey Juan II de Castilla hizo merced a los concejos de Baños de Río Tobía, Huércanos y Arenzana de Abajo de apartarlos de la jurisdicción civil y criminal de la ciudad de Nájera, cabeza de merindad.

Tal vez, por esta razón se estableció en Baños la figura de Alcalde Mayor del Adelantamiento, este cargo se encargaba de establecer la justicia real en los territorios de los señoríos, por lo que en estos siglos la justicia del valle se encontraba en Baños. A esta justicia asistían las gentes de los pueblos de estos valles para dar solución a sus pleitos. 

Imagen del documento Proceso constructivo del claustro de San Millán de La Cogolla por Juan Pérez
Proceso constructivo del claustro de San Millán de La Cogolla por Juan Pérez

Tal como se establece en un proceso que mantuvo Juan Pérez de Solarte durante la construcción de claustro del Monasterio San Millán, tuvo que acudir en varias ocasiones ante la justicia del valle, a Baños de Río Tobía. En 1561, ante el desacuerdo de las partes hizo que el cantero acudiera para ejecutar la sentencia a la justicia del valle, el licenciado Jáuregui alcalde mayor del Adelantamiento en Baños de Río Tobía que era la justicia más cercana y la que, en principio, correspondía.


El retrato del caballero de la casa de Leiva
El retrato del caballero de la casa de Leiva

Esta obra pictórica conocida como “El retrato del caballero de la casa de Leiva”, que pertenece al gran maestro “El Greco”, tiene una relación especial con Baños de Río Tobía, ya que en la parte superior del lienzo aparece la siguiente inscripción: “Consejo de estado y guerra Señor de la Casa de Leiva y de Estado. D. Vanos de Río Tovia”.

Hay dudas sobre la identidad del personaje que aparece en la obra, para unos es Sancho Martínez de Leiva y Mendoza, para otros es su hermano Alonso Martínez de Leiva y Mendoza.

¿Quienes eran estos personajes ilustres?
Sancho Martínez de Leiva y Mendoza (1555-1601) llego a ostentar los siguientes cargos: Gobernador de Oldenzaal (1591), Maestre de Campo General (1596), Caballero de Santiago (1597), Comendador de la Bara (1598) y Gobernador de Cambrai (1599) allí murió sin llegar a cumplir dos años de mandato, siendo enterrado en la capilla de la fortaleza.

Alonso Martínez de Leiva y Mendoza (1554-1588) fué Caballero de la Orden de Santiago, Capitan General de la Caballería de Milanesado, fué nombrado por el propio Felipe II, segundo jefe de la Escuadra Invencible despues del Duque de Medina Sidonia. Murió durante la contienda, una noche de finales de octubre de 1588, una tormenta ante los arrecifes de Lacada Point, Condado de Antrim (Irlanda del Norte), terminó con su futuro prometedor y donde la leyenda de Alonso escribió su último episodio.

Podemos llegar a la conclusión de que la relación del personaje de cuadro con Baños, no puede ser otra que la de nacimiento y no título alguno, ya que el señorio de Baños de Río Tobía lo poseyeron los Zuñiga antes de ser Condes de Nieva y continuaron poseyendolo mientras existió dicho condado. Sea cual sea el personaje de la obra, para algunos estudiosos ambos personajes, que hemos citado, pudieron tener su lugar de nacimiento en Baños.


Foto de los danzadores
Danzadores

La danzas que se llevan a cabo en las fiestas patronales, en honor a la Virgen de Los Parrales y San Mateo ya se practicaban en el siglo XVI, como consta en distintas partidas del libro de cuentas del Concejo del año 1590: «Ítem, a Pedro de Viana, por la danza que ciertos mozos de esta villa hicieron el día de San Mateo del año noventa, 4 ducados, que valen 1.500 maravedís». Estas danzas también se repetían en otras fiestas, como aparece en una partida del año 1596: «Ítem, 1.700 maravedís que se dieron para unas danzas que se hicieron el día del Corpus Christi» y en otra del año 1597: «Ítem, cuarenta reales que se dieron a los mancebos de esta villa, para ayuda de los gastos de las danzas en la Navidad pasada».


Taller artesano de papelería
Taller artesano de papelería

Como hemos visto en en el primer apartado, ante el gran número de iglesias construidas en el siglo XVI en La Rioja, un número indeterminado de canteros establecieron su taller en Baños, asimismo, con el nacimiento de la imprenta a mediados del siglo XV, también proliferaron los molinos de papel, de los tres existentes en La Rioja, en el siglo XVI, uno estaba en Baños.

No se sabe mucho sobre dicho molino que existió en Baños durante dicho siglo, trabajaban en el mismo un tal Bartolomé de Nájera y Antonio Espinosa, se pueden citar alguno de sus trabajos de los que han quedado constancia y podemos decir que proveían de papel a Nájera, a Santo Domingo de la Calzada y a sus centros religiosos.

En noviembre de 1593 el librero de Medina del Campo, Juan Boyer, dio poder a Juan Fernández, su criada, para convenir con Pedro Pérez, librero de Nájera y Antonio Espinosa, papelero, que tiene a su cargo el molino de papel de Baños, que le remita todo el papel que en dicho molino se fabricase en dos años.

No debían de ir muy bien las cosas a estos papeleros, cuando a Antonio Espinosa el librero najerense Pedro Pérez Cortés le tiene que prestar 180 reales para salir de la cárcel, cantidad que ya fuera de la cárcel Espinosa se compromete a devolver en resmas de papel, En 1596 Bartolomé de Nájera se establece en las papelerías de Logroño, al igual que Pedro de Barrioyuso, también de Baños, que es contratado por Barnuevo en 1599, seguramente porque en Baños, quizás debido a la competencia de las papeleras logroñesas, el molino dejó de funcionar. Lo cierto es que en los últimos años del siglo XVI no queda rastro documental, en los libros de la parroquia de San Pelayo de Baños, de las familias de Bartolomé de Nájera y Antonio Espinosa.

Datos obtenidos de Oriol Valls y Subirá: Historia del Papel en España. Tomo III y de AHP LOGROÑO. Protocolos.

Cuadro de La Anunciación
La Anunciación

El cuadro de La Anunciación, es un óleo sobre un lienzo de grandes dimensiones, en el que se representa a la Anunciación y que para algunos se realizó hacia 1675, de autor desconocido de la escuela madrileña.
Espléndido lienzo inspirado en la obra de “La Anunciación” de Luca Giordano, inserto en un gran marco en madera dorada y policromada. Fue restaurado en el año 2011 por El Estudio de Arte y Restauración José Luis Birigay según estos la autoría corresponde a Diego de Camporredondo por lo que su obra pudiera ser de la primera mitad del siglo XVIII y puede verse en todo su esplendor sobre el muro donde antaño se encontraba el Coro Alto de la iglesia San Pelayo.


Ermita de Nuestra Señora de los Parrales
Ermita de Nuestra Señora de los Parrales

A finales del siglo XVII se reconstruyó la ermita, según el acta de visita del Obispo de Calahorra don Pedro de Lepe, con fecha 9 de marzo de 1689, que ordenó lo siguiente: «Por cuanto las ermitas de Santa Cruz, San Cristóbal y San Vítores se hallan casi derruidas y sin esperanza de poderlas reparar, se demuelan y echen por tierra y los despojos los apliquen para la fábrica de la nueva ermita de Nuestra Señora de los Parrales».


Retrato de Benito Ignacio de Salazar
Benito Ignacio de Salazar

Benito Ignacio de Salazar (en catalán, Benet Ignasi de Salazar) (Baños de Río Tobía, 1615-1692) fue obispo de Barcelona y Presidente de la Generalidad de Cataluña entre 1689-1692.

Las crónicas de la época definieron su mandato como «pacificador y activo ante los conflictos que le tocó vivir».

Antes de convertirse en «president», tuvo una formación muy rica: llegó a ser abad de San Millán de la Cogolla y, más tarde, el primer abad general de la Congregación de Monasterios de San Benito, que inició sus actividades a mediados del siglo XVII.

Esta posición le granjeó grandes y poderosas amistades, como la del rey de España Carlos II. El rey le propuso que fuera obispo en Chiapas (México), pero Benito rechazó la propuesta alegando que no quería abandonar España. «También Carlos II le sugirió que fuera obispo en Lérida, pero tampoco pudo ser. Al final, la opción de Barcelona fue la que se llevó a cabo».

Fue obispo de Barcelona durante nueve años (1683-1692). Su gran labor al frente de la Iglesia barcelonesa hizo que los tres estamentos de la época (eclesiástico, militar y los ciudadanos nobles) le escogieran como ‘president’. «Era muy habitual que el obispo de Barcelona fuera elegido presidente de la Generalitat».

El nuevo dirigente se enfrentó a tiempos muy convulsos. El primer conflicto al que tuvo que hacer frente fue a una revuelta de campesinos denominada ‘la de los gorretes’. Los bajos estamentos se movilizaron con el objetivo de pagar menos impuestos y denunciar la explotación que sufrían. «Gracias a que prometió interceder ante el rey por los campesinos para que pagaran menos impuestos y les indultara, se calmó la revuelta».

Le tocó tratar una guerra contra Francia, que quería conquistar Cataluña. A diferencia de lo que ocurrió siglos atrás, «los catalanes fueron muy fieles a España en su lucha contra Francia». El mandatario riojano reclamó por aquel entonces un ejército más poderoso para contener la invasión, pero tardó en llegar. «Al final, aparecieron los refuerzos y pudieron reprimir a los galos».

En diciembre de 1692 murió por una repentina pulmonía.

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