A través de las crónicas de Jerónimo Jiménez, sobre Baños de Río Tobía, en los años veinte del siglo pasado, mediante tarjetas que publicamos hace un tiempo en la página, volvemos al entorno de la ermita, esta vez a la fuente de “Las Orinitas”. Hoy sabemos que se construyó en junio de 1925. Nos sorprende saber que fue alguien que no era del municipio, Julio Solano, médico titular, benefactor que costeó los gastos de limpieza del terreno y construcción de la misma. Un mes después presentó su dimisión. Nos preguntamos si la obra no fue un regalo de despedida, al pueblo. El bienhechor estuvo como facultativo de la localidad, durante el periodo marzo – agosto de mil novecientos veinticinco.
Vemos como se repite la historia, es la segunda vez que este paraje se encuentra abandonado y en unas pésimas condiciones de salubridad. Un lugar tan emblemático, en el que según la tradición se encontró la imagen de la Virgen de Los Parrales, junto al manantial de dicha fuente y una parra desaparecida, a la que nuestra patrona debe su nombre. Esta vez es el Ayuntamiento el que corre con los gastos de la reforma y la mejora, gracias a la edición de Bañarte 2020.